Todos los que estamos implicados en la educación escolar, directivos, maestros, orientadores y las familias, debemos hacer un esfuerzo por cuidar y mimar preferentemente la etapa de la educación infantil, no en los documentos fríos que duermen en los cajones, sino en las actuaciones y exigencias concretas de cada día. Los más efectivos en esta reivindicación suelen ser las familias. El día que los padres también “se crean” la importancia de la educación infantil y lo exijan, entonces la situación comenzara a cambiar.
miércoles, 31 de marzo de 2010
el maestro del siglo XXI
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